Ryan Hreljac: el niño que transformó un sueño en miles de vidas
- Periódico Vive La 9

- 6 dic 2024
- 2 Min. de lectura

“No permitas que nadie te subestime por ser joven”
NTV 1 Timoteo 4:12
Cuando se habla de transformar el mundo, comúnmente se piensa que es una tarea de adultos. Sin embargo, la historia de Ryan Hreljac demuestra que no existe una edad para cambiar la realidad. Ryan es un joven canadiense que a los seis años inició un camino para ayudar a los demás. Su trabajo demuestra que un sueño puede convertirse en realidad con determinación y empatía. Lo que comenzó como una simple inquietud infantil sobre el acceso al agua potable en África, evolucionó en la Ryan’s Well Foundation, una organización que ha facilitado el acceso al agua a más de 736.000 personas en 30 países.
La chispa que encendió el compromiso de Ryan ocurrió cuando su maestra explicó en clase cómo muchos niños en África caminaban hasta 5,000 pasos para conseguir agua. "Conté los pasos desde el aula a la fuente más cercana y eran solo diez", recuerda Ryan. Esa comparación lo marcó profundamente, y decidió recaudar dinero para construir un pozo.
Inicialmente, pensaba que un pozo costaba solo 70 dólares. Tras meses de ahorrar haciendo tareas domésticas, descubrió que el verdadero costo era de 2,000 dólares. En lugar de rendirse, Ryan pidió apoyo a su familia, compañeros de escuela y comunidades cercanas, logrando reunir el dinero necesario para su primer pozo, ubicado en la Escuela de Primaria Angolo, en Uganda.
Lo que comenzó como un proyecto escolar se transformó en una organización con impacto global. Fundada cuando Ryan tenía apenas siete años, la Ryan’s Well Foundation se dedica a construir pozos y sistemas de saneamiento en comunidades vulnerables, especialmente en África, Asia y Centroamérica. Hasta la fecha, la fundación ha completado más de 700 proyectos, llevando agua potable a cientos de miles de personas.
El trabajo de Ryan no se limitó a la construcción de infraestructura. Su misión incluye la sensibilización sobre la crisis global del agua. A través de conferencias y campañas, ha logrado inspirar a personas de todas las edades a actuar para combatir este problema.
El impacto de Ryan no ha pasado desapercibido. Ha recibido múltiples reconocimientos, como la Orden de Ontario, y su trabajo ha sido avalado por UNICEF. A pesar de estos logros, Ryan mantiene una visión humilde de su papel: "No hay nada especial en mí. Fue este proyecto lo que resultó ser algo increíble".
Hoy, mientras estudia Desarrollo Internacional y Ciencias Políticas en la Universidad de Halifax, Ryan sigue involucrado en su fundación, explorando nuevas formas de ampliar su alcance y profundizar su impacto.
Ryan envía un mensaje poderoso a los jóvenes de todo el mundo: los problemas globales, por complejos que sean, no deben desalentarnos de buscar soluciones. Su historia demuestra que, con pasión y perseverancia, incluso las ideas más simples pueden generar un cambio significativo. Su trayectoria es un recordatorio de que una pequeña acción, como contar los pasos hacia una fuente de agua, puede ser el comienzo de una transformación global.






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