Isabela Álvarez y su sueño de cantar en Italia

A sus 13 años, Isabela Álvarez ha encontrado en la música un refugio personal, una forma de expresión y una vía para conectar más profundamente con el mundo que la rodea. Desde hace tres años, forma parte de la Red de Música, un programa que le ha permitido explorar su talento vocal, y también aprender a tocar instrumentos como el clarinete. Este espacio, además de brindarle herramientas musicales, le ha ofrecido la oportunidad de crecer como persona, tanto en lo artístico como en lo social.

La historia de Isabela con la música comenzó cuando era muy pequeña. “Desde chiquita me gustaba cantar y tocar instrumentos musicales de juguete. Mi mamá siempre me apoyó y me decía que, si me gustaba, lo hiciera”, recuerda Isabela. Su pasión por la música no es algo reciente; está profundamente arraigada en su historia familiar. Tanto su bisabuelo como uno de sus tíos se dedicaron a estudiar música, lo que dejó una huella significativa en su vida. Esta conexión familiar con el arte musical, sumada a su propio interés, fue el punto de partida para el camino que hoy recorre.

La llegada de Isabela a la Red de Música marcó un antes y un después en su vida. Antes de ingresar, ella misma reconoce que era una persona asocial, algo con lo que muchos jóvenes pueden identificarse. Sin embargo, al unirse al programa, encontró un espacio que le permitió desarrollarse tanto musical como personalmente. “Al llegar acá sentí que podía expresarme mejor con las personas y encontrar más amigos”, comenta Isabela, haciendo énfasis en lo importante que fue para ella la oportunidad de compartir su pasión con otros jóvenes que tienen intereses similares. En un entorno como este, la música dejó de ser solo un hobby para convertirse en una herramienta de autoconocimiento y crecimiento social.

Además de su amor por el canto, Isabela también ha tenido la oportunidad de explorar otros instrumentos. Su incursión en el clarinete fue un proceso algo fortuito: “Yo iba a empezar por el oboe, pero no había cupo, entonces me dijeron que el clarinete era parecido. Me quedé ahí y me gustó mucho”, recuerda, mostrando cómo a veces las oportunidades surgen de manera inesperada. Esta experiencia le ha permitido ampliar sus horizontes musicales y comprender que la música no se limita a un solo instrumento, sino que abarca una variedad de posibilidades artísticas. El clarinete, al igual que su voz, se ha convertido en una extensión de su creatividad, dándole la posibilidad de experimentar con diferentes sonoridades.

Aunque la música ocupa un lugar central en su vida, Isabela tiene claro que no la ve como su carrera profesional. Su verdadera pasión está vinculada al bienestar animal, y sueña con convertirse en terapeuta holística para mascotas. Este interés por los animales, en particular por mejorar su calidad de vida, la motiva a estudiar y trabajar para cumplir su meta de ayudar a los seres vivos que más lo necesitan. Sin embargo, su amor por la música no desaparece, y ella no cierra las puertas a seguir explorando el canto. “Me gustaría cantar en muchas partes, por ejemplo, en Italia”, confiesa, una declaración que refleja sus aspiraciones de llevar su voz a nuevos horizontes y experimentar la música de una manera más global.

La pasión de Isabela por la música se trata de un compromiso profundo que influye en su crecimiento personal. Gracias a su participación en la Red de Música, ha aprendido a trabajar en equipo, a disciplinarse y a expresar sus emociones a través del arte. Además, este proceso la ha acercado a otras personas y culturas, permitiéndole enriquecer su perspectiva del mundo. La Red de Música ha sido un lugar donde ha cultivado amistades y ha encontrado un espacio para crecer como ser humano.

Isabela también se siente orgullosa de formar parte de este programa, que le ha permitido explorar nuevas oportunidades, compartir su talento y aprender de otros músicos. Su historia es un claro ejemplo de cómo las experiencias artísticas pueden moldear la personalidad y brindar oportunidades de crecimiento tanto individual como colectivo. En un futuro, ella espera poder combinar su amor por los animales con su pasión por la música, ya sea cantando en distintos escenarios o participando en proyectos donde pueda seguir compartiendo su arte con el mundo.