Guillermo Velázquez: un artista urbano que transforma la Comuna 9 a través del arte

En la Comuna 9 de Medellín, el arte urbano ha encontrado un representante apasionado y comprometido en Guillermo Velázquez, conocido por muchos como “Tinta Distinta” o simplemente Denan. Este talentoso artista ha logrado posicionarse como una figura clave en la comunidad, no solo por su habilidad en diversas disciplinas artísticas, sino también por su capacidad para conectar a los jóvenes y las comunidades a través del arte. Pintor, grafitero, tatuador y organizador de las famosas “Batallas de gallos” (batallas de rap), Guillermo ha logrado crear un movimiento sólido en torno a la creatividad, siendo un referente para aquellos que buscan expresarse de manera auténtica.

El camino de Guillermo en el arte comenzó en un momento difícil de su vida, tras la trágica pérdida de un amigo cercano en un contexto de violencia. En este periodo de dolor y desconfianza, el arte se convirtió en su refugio. “Empecé a dibujar mucho porque no quería hablar con nadie. Estaba muy resentido con la gente y eso me ayudó a canalizar todo lo que sentía”, recuerda con nostalgia. Fue este proceso de duelo lo que lo llevó a descubrir el dibujo y, más tarde, el graffiti. A través del arte, encontró una forma de comunicarse consigo mismo y una vía para procesar las emociones generadas por las circunstancias que lo rodeaban.

La orientación de un maestro desempeñó un papel fundamental en su desarrollo. Lo que comenzó como una forma de desahogo se transformó en una verdadera vocación. De ser un principiante, Guillermo pasó a convertirse en un artista comprometido con su técnica y su mensaje. El graffiti se convirtió en su medio de expresión principal, pero también en una manera de conectar con las personas y superar la desconfianza que había desarrollado. “El graffiti me permitió conocer a mucha gente. Fue una segunda apertura para mí, porque antes estaba cerrado a no conocer a nadie por lo que me había pasado”, afirma.

A lo largo de su carrera, Guillermo ha sido responsable de diversos murales en la Comuna 9, creando obras que, según él, son “muy fuertes y con un mensaje profundo”. A través de ellos, busca transmitir emociones complejas y provocar reflexiones en aquellos que los observan. Cada pieza es una representación de la vida cotidiana de la comuna, pero también de las luchas, las aspiraciones y las transformaciones que experimentan los habitantes de este territorio. Su arte refleja, de manera contundente, la resiliencia de la comunidad frente a las adversidades.

Más allá de los murales, Guillermo también ha explorado otras disciplinas artísticas, como el tatuaje. Su estudio de tatuajes, llamado Tinta Distinta, es el espacio donde se da vida a un concepto artístico que busca dejar una huella duradera. La relación con la comunidad también se ha extendido a la organización de eventos culturales, como las populares “Batallas de gallos”. Este evento, aunque principalmente es una competencia de freestyle (batallas de rap), se ha convertido en un espacio de encuentro para jóvenes de la Comuna 9, un lugar donde pueden expresarse libremente y desarrollar su talento mientras encuentran un propósito común.

Guillermo ha logrado, con el paso de los años, consolidar un movimiento artístico y cultural en nuestro territorio, que ha inspirado a muchos a explorar su propia creatividad y a ver en el arte una herramienta de transformación personal y social: “Para mí, el arte es algo verdadero, real. Mi historia con él es muy bonita. Siento que ya es una relación lo que tengo con el arte”, concluye Guillermo, demostrando que ha sido su compañía constante y su motor de cambio para sí mismo y para toda la comunidad que lo rodea.

Su historia es un testimonio vivo de que el arte urbano tiene el poder de transformar la realidad. Su capacidad para combinar pintura, graffiti, tatuaje y música ha permitido que la Comuna 9 se exprese de maneras únicas y genuinas. Al conectar a los jóvenes con sus pasiones, su trabajo ha sido clave en la construcción de una identidad comunitaria más sólida, donde la creatividad no solo se celebra, sino que también se utiliza como una herramienta para la reflexión y el crecimiento colectivo.

Hoy, Guillermo continúa siendo un líder dentro de la comunidad, mostrando que el arte puede ser una vía de sanación y una forma de resistir las adversidades, transformando el dolor en belleza, la frustración en expresión y el pasado en un futuro lleno de posibilidades.