Felipe Montoya: la producción audiovisual como herramienta para la música

Felipe Montoya es un apasionado de la música y del arte visual que ha encontrado en la fusión de ambas disciplinas una forma de enriquecer su trabajo creativo. “Yo soy nacido y criado en la Comuna 9 de Medellín, específicamente en el barrio La Milagrosa” afirma con orgullo. A sus 30 años ha recorrido un largo camino, inmerso en un entorno donde las expresiones artísticas y culturales son esenciales para la identidad comunitaria. Su carrera como DJ y productor de música electrónica lo ha llevado a explorar sonidos y géneros diversos, pero también a conectar su pasión musical con el fascinante mundo del audiovisual.

Aunque su enfoque principal siempre ha sido la música, Felipe descubrió que el cine y el video complementan su trabajo como productor de manera significativa. “De una u otra manera, el video tiene que ver con la música porque también incluye audio. Es bueno aprender sobre este arte”, explica. Esta conexión entre ambas disciplinas se ha convertido en una herramienta clave para ampliar su creatividad y profesionalismo.

El interés de Felipe por el audiovisual surgió casi por casualidad. Un día, mientras navegaba por redes sociales, se encontró con una convocatoria para ingresar a la Red de Audiovisuales. Motivado por la curiosidad, decidió inscribirse. Lo que inicialmente era una simple exploración terminó siendo una experiencia que transformó su perspectiva. “Este laboratorio llenó completamente mis expectativas. Me abrió los ojos a aspectos técnicos como tomas y ángulos, cosas que antes no conocía. Ahora veo cualquier video de una manera completamente diferente”, relata con entusiasmo.

La experiencia en la Red de Audiovisuales amplió sus conocimientos técnicos y le brindó una comprensión más profunda de cómo el lenguaje visual puede complementar la música. Felipe reconoce que, como productor musical, su trabajo frecuentemente lo lleva a colaborar con expertos en video. Por ello, considera fundamental entender el "idioma" en el que estos profesionales se comunican. “Como me reúno con productores audiovisuales, necesito entender el lenguaje en el que me están hablando. Esta industria te obliga a aprender siempre y a capacitarte constantemente”, comenta.

Quedó tan contento con esta experiencia de la Red, que se sintió motivado para hacer otro curso que le permitiera entender el enorme universo audiovisual: un taller de apreciación cinematográfica. Según él, esta experiencia le permitió comprender las producciones audiovisuales desde una perspectiva completamente diferente, valorando cada detalle que aparece en las pantallas, ya sea en televisión o en plataformas digitales. “Ya no veo nada igual. Puedo apreciar cosas que antes no identificaba, los planos, los colores, la construcción del guión, todo. Es algo que, aunque no sea a lo que me dedique, debo conocer. Me ayuda a complementar mi trabajo”, asegura.

Uno de los aspectos que más le atraen del audiovisual es explorar lo que sucede detrás de cámaras. Desde la planificación de las producciones hasta los detalles técnicos de la grabación, Felipe encuentra fascinante todo el proceso creativo y técnico que implica la producción visual. “Me gusta mucho la cámara y la producción. Entender lo que hay detrás de cámaras, cómo se hace todo, me parece muy interesante”, afirma.

Su experiencia en el audiovisual ha sido tan enriquecedora que no descarta continuar explorando este campo. Si se abre otra oportunidad similar, Felipe asegura que no dudará en participar nuevamente. “No es algo que aprendes con una sola vez. Siempre hay algo nuevo por descubrir y aprender”, asegura.

El enfoque multifacético de Felipe hacia el arte le ha permitido expandir sus habilidades al integrar disciplinas que potencian su creatividad. Para él, la música y el audiovisual son herramientas que se complementan, y su deseo de seguir aprendiendo demuestra su compromiso con la innovación y el desarrollo personal.