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¿Cómo impactan los nuevos tipos de familia en la salud mental de los niños?

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Una de las series más populares en las últimas décadas fue Modern Family, protagonizada por la colombiana Sofia Vergara, y que retrata de una forma hilarante, algunos de los diferentes tipos de hogares modernos: el hombre millonario con la madre soltera, la familia tradicional y homoparental. En todos estos casos había un involucramiento directo de los padres con sus hijos, pero ¿Qué pasa con ese otro tipo de familia moderna donde ambos padres trabajan y los hijos son criados por sus abuelos, una niñera o la persona que realiza el aseo doméstico? ¿Qué repercusiones tiene en la salud mental de los infantes?


Para Johana Sánchez, psicóloga especialista en neuropsicología infantil del programa de hogares sustitutos de PAN Corporación Social, es un asunto de roles: “Digamos que los roles no se han perdido sino que se han transmutado. Hay cosas que digamos que por los siglos de los siglos han estado estructuradas e implementadas: mamá es la que cuida, la que protege, la que calma, la que soba, la que mima; y papá es el que pone las normas,, que provee al hogar. Yo pude haber crecido en un hogar tradicional con papá y mamá, pero quien cumplió el rol de papá fue mi mamá, porque ella era la que proveía y ponía las reglas, mientras que papá se quedaba en casa y nos cuidaba. O uno de los dos se fue, entonces el otro tuvo que trabajar y fue la abuela quien nos cuidó, también funciona. El rol de papá y mamá lo puede cumplir cualquier persona, no necesariamente papá y mamá biológico.  Por eso, dentro de nuestro programa de hogares sustitutos están esos roles: mamá sustituta, papá sustituto, hermanos sustitutos, porque cumplen ese rol”.


Otro aspecto importante a tener en cuenta, es que si las circunstancias no permiten pasar mucho tiempo con los niños, Johana recomienda que el poco tiempo que pasan juntos sea de calidad, donde el menor se sienta escuchado e importante: “El problema es la falta de tiempo de calidad, no de cantidad. Tú puedes estar en un espacio mucho tiempo con una persona y no escuchar siquiera dos o tres palabras de lo que dijo. Es la calidad: ¿cómo los estoy acompañando? Que las salidas del fin de semana no sean siempre lo que el adulto elige. Que si vamos a ir a un cine, sea algo que ellos disfruten ver,  o si vamos a ir a un parque haya recreaciones donde ellos puedan participar, ir a restaurantes donde los niños sean bienvenidos. No se nos puede olvidar que los niños también tienen voz y voto dentro de los hogares. Cuando se va a tomar una decisión también hay que contar con ellos. Por ejemplo, si queremos tener otro hijo, preguntarle cómo se sentiría con un nuevo hermanito”.


Es importante recordar que “no estar” también habla y puede causar mucho daño: “¿Cómo acompañas a ese niño? o si lo haces desde la ausencia, que ya es maltrato psicológico, porque duele más la ausencia que decir algo erróneo. Digamos que no tener ese acercamiento y esa empatía para con el otro, pueden generar mayores traumas y afectar más la salud mental. No tanto que papá y mamá trabajen, porque los dos pueden hacerlo, pero si tienen tiempo de calidad con sus hijos no van a haber afectaciones”, concluye Johana.

 
 
 

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